viernes, 25 de abril de 2014

Desiderata para mis hijos



Desiderata para mis hijos

Autor: Félix Alejandro Rangel Morales

Hijo mío grava esto en tu corazón y en tu mente y gozaras de la libertad y la paz interior de los hijos de Dios: tú no estás solo, jamás lo has estado y nunca lo estarás. Dios está contigo en cada instante de tu vida, más cerca que tus propios pensamientos y sentimientos. Sólo es tu idea la que te hace creer que Dios te puede abandonar, pero esto es imposible.

Hijo fuiste creado para vivir en alegría, bajo toda circunstancia conserva tu alegría, aun en el encuentro definitivo con la muerte, no te vistas de luto el día de mi muerte, ponte tu mejor traje, perfúmate y alégrate porque el gozo que me espera no se compara con las dos mayor alegría que recibí en vida el día que despose a tu madre y cuando me dijeron que era padre.

 

Por ello, cultiva siempre un espíritu alegre, ¡Trabaja con alegría! Saluda sonriente a quienes te encuentras, para que los contagies de tu alegría de vivir. Tu alegría sincera y espontánea aliviará a muchas personas que soportan penas, se encuentran aburridos o deprimidos. Que todos puedan sentir tu calor humano, la calidez en tus palabras y la amabilidad de tu manera de ser. Tu amabilidad te hará feliz por sí misma y por la aceptación que te generará alrededor. Muéstrate en todo momento amable y dirige a las demás personas cordiales saludos y palabras de sincero afecto, para que irradies calor humano e influyas positivamente en el bienestar que debe reinar a tu alrededor.

Suaviza y ennoblece tu corazón y comparte con las demás personas el excepcional milagro del amor. Atiende con amabilidad y paciencia a las personas con quienes debes relacionarte, comienza hoy a crear un trozo de paraíso a tu alrededor.  Nunca condenes a nadie no importa el mal o el daño que te hayan causado, ofréceles siempre tu amor y perdón, se misericordioso como Dios es contigo.

 

Cuando te dirijas a otra persona sea quien fuera, siente interiormente que la amas, el amor se reflejará en tus ojos, serenará tu espíritu, alentará una sonrisa en tus labios y resonará como música en tu acogedor tono de voz. Haz vivo el amor en tu corazón, concrétalo en tus relaciones interpersonales y enriquecerás tu vida y la de las personas a tu alrededor. Sé faro, guía, maestro, ejemplo a seguir y motivo de alegría. Sé cariñoso con tu familia hoy, mañana tal vez ya no estén juntos.

 

Nunca olvides de abrazar a los tuyos, a tus abuelos, a tus tíos, a tu madre, a tu esposa, a tus hijos y a tus amigos o aquel que tenga necesidad de ello, un abrazo nos enternece el corazón; en un abrazo hijo compartes el sufrimiento y la alegría de tu prójimo, en el entregas todo tu amor, expresas tu amor y sobretodo es el remedio cuando no encontramos las palabras justas del consuelo y del perdón. Por estas razones y por muchas otras te dejo mí más cálido abrazo hasta que nos reunamos de nuevo en la casa del Padre.

 

En muchas ocasiones no se te hará fácil compartir con otras personas, todos somos diferentes, tenemos distintas expectativas, diferentes niveles de cultura o formas de interactuar, no siempre estamos de acuerdo en lo que hacemos, pensamos, decimos o en la manera de interpretar las cosas. Tu reacción debe ser de comprensión, tolerancia y paciencia ello enriquecerá tu vida.

 

Préstale inmediatamente ayuda a alguien necesitado, mañana tal vez no tendrás esta oportunidad de servir. Nunca pierdas tu capacidad de dar y de darte y recuerda lo que te enseñe de pequeño comparte con los pobres aun aquello que duela desprenderte.

 

Conságrate hoy a hacer un excelente trabajo, mañana tal vez no tengas suficientes energías. Trabaja sereno y sin angustias para que seas más eficiente. No te agites en exceso, pues no eres una máquina, conserva prudente calma. Sigue las normas de seguridad y las directrices del sentido común, para que evites fatigas excesivas, errores graves o accidentes. Para que no vivas a las carreras, levántate con tiempo suficiente en la mañana y cultiva una disciplina ordenada para que alcances a atender todos tus compromisos de la mejor manera.

 

Vive el día de HOY como si fuera el último de tu vida, y mañana cuando te despiertes no olvides darle gracias a Dios por el nuevo sol y la nueva oportunidad de seguir creciendo y compartiendo.

 

Hijo no te olvides de trabajar en tu comunidad por el bien común, por el bienestar de tus semejantes. Busca un espacio importante en tu vida para hacer algo en beneficio de la humanidad, o por lo menos, en beneficio de las personas a tu alrededor. “Cada uno cosecha lo que siembra” Así, tu vida se irá llenando de las mismas vivencias felices que compartes y de la misma alegría que le ayudas a vivir a los demás. Hay mayor alegría en dar que en recibir.

 

En tus momentos de vacaciones y recreación disfruta contemplando agradecido y admirado las maravillas de naturaleza. Goza de las bellezas naturales y agradece al Creador que haya creado este paraíso para tu deleite y reposo. No seas un extraño en medio de la belleza de la creación.

 

No permitas que un error o pecado cometido destruya tu tranquilidad ni altere tu camino. Lo pasado ya pasó. Si cometiste un error, saca lecciones provechosas del mismo y libérate de sus efectos negativos, arrepiéntete de tu falta y repara el daño cometido. Atiende al presente con buen ánimo y sin angustiarte, asume con responsabilidad, con calma y positivismo cada nueva oportunidad y no te dejes atormentar más por lo que pudo haber sido y no fue. Cada día es una nueva y mejor oportunidad. Sigue adelante. Y recuerda que Dios te espera en el confesionario para devolverte la paz y la libertad.

 

Si en algún momento de tu vida eres indeciso o inseguro, comienza ahora mismo a repetirte una y otra vez: “! Procederé ahora!”, “!Lo haré, lo haré bien y ahora!”, hasta que se te grave profundamente en la conciencia. Repítelo al despertar, mientras te bañas y te vistes, al mirarte al espejo, al programar cada paso y compromiso de tu día. Graba profundamente en tu mente la imagen de la persona segura, diligente, proactiva y efectiva que debes ser. En poco tiempo empezarás a reaccionar automáticamente a esta afirmación.

 

Nada más satisfactorio que conocer, convivir, trabajar y compartir con personas de “Buena Voluntad”. Personas de ”Buena Voluntad” son aquellas que tratan de ver sólo el lado bueno de las cosas, que miran con optimismo las posibilidades, que ponen su capacidad por encima de las dificultades, que agradecen hasta el más mínimo detalle y las que se esfuerzan por prestar su colaboración en beneficio de los demás. Una persona de “Buena Voluntad” siempre es bienvenida en cualquier lugar e invitada obligada para cualquier evento. ¿Eres tú una persona de “Buena Voluntad?”

 

Haz de cada tarea un compromiso. Lo que consideres urgente hazlo ahora mismo! Lo que consideras importante hazlo tú mismo! No dejes para después lo que se necesita hacer ahora. No te ocupes en buscar excusas y pretextos para NO hacerlo, utiliza esa energía en hacerlo. Decídete YA a emprender esa tarea que vienes posponiendo. Es preferible proceder y fallar que quedarte inactivo por temor al fracaso, pues siempre es mejor aprender y reaccionar que quedarse sin hacer ni servir para nada.

 

Es una muestra de sabiduría ser comprensivo y tolerante con los demás, evitando contagiarse de actitudes, palabras o acciones negativas y destructivas. Cuando otra persona se altere y te manifieste irritación, no te dejes enganchar en su desequilibrio ni permitas que se trasmitan a ti sus actitudes equivocadas. Cuando se tiene la razón no es necesario levantar la voz, la razón brilla en la calma y termina por imponerse a sí misma.

Ofrece a quienes te rodean: aceptación, afecto sincero, palabras estimulantes y de apoyo para que alientes en ellos el gozo de vivir y la satisfacción de saberse bien acompañados. Vive optimista y feliz, comunícate con positivismo, fe, confianza, optimismo, autoestima y motivación, y procura infundirle a los demás esas mismas actitudes, brinda tu ejemplo y el desafío consciente de que así como tú lo haces también los demás podrían lograrlo.

 

 

Tú eres capaz de dirigir tu vida. Activa, en tu favor, tu potencial de iniciativa. Hazte dueño de tus actos para mantener tu armonía interna. Trabaja serenamente y comunícate en paz. Haz ejercicios de relajación para evitar el estrés, la fatiga mental y física o alteraciones que te desequilibren. Simplifica tu mente, libera tu corazón, aprovecha al máximo tus capacidades. Tú puedes ser mejor, que sea un compromiso serio para dada día.

 

Solamente por haber nacido en otra ciudad o por haber recibido una educación diferente, no quiere ello decir que las demás personas no tengan razón o que estén en tu contra

 

Se incondicional en tu aceptación a Cristo, el día que tengas que partir arrepiente de tus pecados y que el sacerdote te de la unción de los enfermos, no te acobardes hijo mío que la muerte es un paso a la vida eterna en Dios.
 
Tu amado padre

 

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