Desiderata para mis hijos
Autor:
Félix Alejandro Rangel Morales
Hijo mío grava esto en tu corazón y en tu mente y gozaras de la libertad
y la paz interior de los hijos de Dios: tú no estás solo, jamás lo has estado y
nunca lo estarás. Dios está contigo en cada instante de tu vida, más cerca que
tus propios pensamientos y sentimientos. Sólo es tu idea la que te hace creer
que Dios te puede abandonar, pero esto es imposible.
Hijo fuiste creado
para vivir en alegría, bajo toda circunstancia conserva tu alegría, aun en el
encuentro definitivo con la muerte, no te vistas de luto el día de mi muerte,
ponte tu mejor traje, perfúmate y alégrate porque el gozo que me espera no se
compara con las dos mayor alegría que recibí en vida el día que despose a tu
madre y cuando me dijeron que era padre.
Por ello, cultiva siempre un espíritu alegre, ¡Trabaja
con alegría! Saluda sonriente a quienes te encuentras, para que los contagies
de tu alegría de vivir. Tu alegría sincera y espontánea aliviará a muchas
personas que soportan penas, se encuentran aburridos o deprimidos. Que todos
puedan sentir tu calor humano, la calidez en tus palabras y la amabilidad de tu
manera de ser. Tu amabilidad te hará feliz por sí misma y por la aceptación que
te generará alrededor. Muéstrate en todo momento amable y dirige a las demás
personas cordiales saludos y palabras de sincero afecto, para que irradies
calor humano e influyas positivamente en el bienestar que debe reinar a tu
alrededor.
Suaviza
y ennoblece tu corazón y comparte con las demás personas el excepcional milagro
del amor. Atiende con amabilidad y paciencia a las personas con quienes debes
relacionarte, comienza hoy a crear un trozo de paraíso a tu alrededor. Nunca condenes a nadie no
importa el mal o el daño que te hayan causado, ofréceles siempre tu amor y perdón,
se misericordioso como Dios es contigo.
Cuando te dirijas a
otra persona sea quien fuera, siente interiormente que la amas, el amor se
reflejará en tus ojos, serenará tu espíritu, alentará una sonrisa en tus labios
y resonará como música en tu acogedor tono de voz. Haz vivo el amor en tu
corazón, concrétalo en tus relaciones interpersonales y enriquecerás tu vida y
la de las personas a tu alrededor. Sé faro, guía, maestro, ejemplo a seguir y
motivo de alegría. Sé cariñoso con tu familia hoy, mañana tal vez ya no estén
juntos.
Nunca olvides de
abrazar a los tuyos, a tus abuelos, a tus tíos, a tu madre, a tu esposa, a tus
hijos y a tus amigos o aquel que tenga necesidad de ello, un abrazo nos
enternece el corazón; en un abrazo hijo compartes el sufrimiento y la alegría
de tu prójimo, en el entregas todo tu amor, expresas tu amor y sobretodo es el
remedio cuando no encontramos las palabras justas del consuelo y del perdón.
Por estas razones y por muchas otras te dejo mí más cálido abrazo hasta que nos
reunamos de nuevo en la casa del Padre.
En muchas ocasiones
no se te hará fácil compartir con otras personas, todos somos diferentes,
tenemos distintas expectativas, diferentes niveles de cultura o formas de
interactuar, no siempre estamos de acuerdo en lo que hacemos, pensamos, decimos
o en la manera de interpretar las cosas. Tu reacción debe ser de comprensión,
tolerancia y paciencia ello enriquecerá tu vida.
Préstale inmediatamente
ayuda a alguien necesitado, mañana tal vez no tendrás esta oportunidad de
servir. Nunca pierdas tu capacidad de dar y de darte y recuerda lo que te
enseñe de pequeño comparte con los pobres aun aquello que duela desprenderte.
Conságrate hoy a
hacer un excelente trabajo, mañana tal vez no tengas suficientes energías. Trabaja
sereno y sin angustias para que seas más eficiente. No te agites en exceso,
pues no eres una máquina, conserva prudente calma. Sigue las normas de
seguridad y las directrices del sentido común, para que evites fatigas excesivas,
errores graves o accidentes. Para que no vivas a las carreras, levántate con
tiempo suficiente en la mañana y cultiva una disciplina ordenada para que
alcances a atender todos tus compromisos de la mejor manera.
Vive el día de HOY
como si fuera el último de tu vida, y mañana cuando te despiertes no olvides
darle gracias a Dios por el nuevo sol y la nueva oportunidad de seguir
creciendo y compartiendo.
Hijo no te olvides
de trabajar en tu comunidad por el bien común, por el bienestar de tus
semejantes. Busca un espacio importante en tu vida para hacer algo en beneficio
de la humanidad, o por lo menos, en beneficio de las personas a tu alrededor.
“Cada uno cosecha lo que siembra” Así, tu vida se irá llenando de las mismas
vivencias felices que compartes y de la misma alegría que le ayudas a vivir a
los demás. Hay mayor alegría en dar que en recibir.
En tus momentos de
vacaciones y recreación disfruta contemplando agradecido y admirado las
maravillas de naturaleza. Goza de las bellezas naturales y agradece al Creador
que haya creado este paraíso para tu deleite y reposo. No seas un extraño en
medio de la belleza de la creación.
No permitas que un
error o pecado cometido destruya tu tranquilidad ni altere tu camino. Lo pasado
ya pasó. Si cometiste un error, saca lecciones provechosas del mismo y libérate
de sus efectos negativos, arrepiéntete de tu falta y repara el daño cometido.
Atiende al presente con buen ánimo y sin angustiarte, asume con
responsabilidad, con calma y positivismo cada nueva oportunidad y no te dejes
atormentar más por lo que pudo haber sido y no fue. Cada día es una nueva y
mejor oportunidad. Sigue adelante. Y recuerda que Dios te espera en el
confesionario para devolverte la paz y la libertad.
Si en algún momento
de tu vida eres indeciso o inseguro, comienza ahora mismo a repetirte una y
otra vez: “! Procederé ahora!”, “!Lo haré, lo haré bien y ahora!”, hasta que se
te grave profundamente en la conciencia. Repítelo al despertar, mientras te
bañas y te vistes, al mirarte al espejo, al programar cada paso y compromiso de
tu día. Graba profundamente en tu mente la imagen de la persona segura,
diligente, proactiva y efectiva que debes ser. En poco tiempo empezarás a
reaccionar automáticamente a esta afirmación.
Nada más
satisfactorio que conocer, convivir, trabajar y compartir con personas de
“Buena Voluntad”. Personas de ”Buena Voluntad” son aquellas que tratan de ver
sólo el lado bueno de las cosas, que miran con optimismo las posibilidades, que
ponen su capacidad por encima de las dificultades, que agradecen hasta el más
mínimo detalle y las que se esfuerzan por prestar su colaboración en beneficio
de los demás. Una persona de “Buena Voluntad” siempre es bienvenida en
cualquier lugar e invitada obligada para cualquier evento. ¿Eres tú una persona
de “Buena Voluntad?”
Haz de cada tarea
un compromiso. Lo que consideres urgente hazlo ahora mismo! Lo que consideras
importante hazlo tú mismo! No dejes para después lo que se necesita hacer
ahora. No te ocupes en buscar excusas y pretextos para NO hacerlo, utiliza esa
energía en hacerlo. Decídete YA a emprender esa tarea que vienes posponiendo.
Es preferible proceder y fallar que quedarte inactivo por temor al fracaso,
pues siempre es mejor aprender y reaccionar que quedarse sin hacer ni servir para
nada.
Es una muestra de sabiduría ser comprensivo y
tolerante con los demás, evitando contagiarse de actitudes, palabras o acciones
negativas y destructivas. Cuando otra persona se altere y te manifieste
irritación, no te dejes enganchar en su desequilibrio ni permitas que se
trasmitan a ti sus actitudes equivocadas. Cuando se tiene la razón no es
necesario levantar la voz, la razón brilla en la calma y termina por imponerse
a sí misma.
Ofrece a quienes te
rodean: aceptación, afecto sincero, palabras estimulantes y de apoyo para que
alientes en ellos el gozo de vivir y la satisfacción de saberse bien
acompañados. Vive optimista y feliz, comunícate con positivismo, fe, confianza,
optimismo, autoestima y motivación, y procura infundirle a los demás esas mismas
actitudes, brinda tu ejemplo y el desafío consciente de que así como tú lo
haces también los demás podrían lograrlo.
Tú eres capaz de
dirigir tu vida. Activa, en tu favor, tu potencial de iniciativa. Hazte dueño
de tus actos para mantener tu armonía interna. Trabaja serenamente y comunícate
en paz. Haz ejercicios de relajación para evitar el estrés, la fatiga mental y
física o alteraciones que te desequilibren. Simplifica tu mente, libera tu
corazón, aprovecha al máximo tus capacidades. Tú puedes ser mejor, que sea un
compromiso serio para dada día.
Solamente por haber nacido en otra ciudad o
por haber recibido una educación diferente, no quiere ello decir que las demás
personas no tengan razón o que estén en tu contra
Se incondicional en
tu aceptación a Cristo, el día que tengas que partir arrepiente de tus pecados
y que el sacerdote te de la unción de los enfermos, no te acobardes hijo mío que
la muerte es un paso a la vida eterna en Dios.
Tu amado padre
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